El escritor Luis García Montero cumple a finales de 2008 cincuenta años, un buen momento para hacer 'un ejercicio de memoria' como el que supone su nuevo poemario, 'Vista cansada', una obra en la que la melancolía del recuerdo no impide que haya en sus páginas 'un canto a la vida y a la dignidad de la existencia'.Publicado por Visor, 'Vista cansada' llega a las librerías el 12 de febrero y forma parte de la excelente colección 'Palabra de honor', con que la editorial celebra sus 40 años de dedicación a la poesía.
García Montero es uno de los poetas más importantes de su generación y sus lectores se cuentan por decenas de miles. Había expectación por conocer el nuevo poemario de quien ha merecido premios como el Adonais, el Loewe, el Nacional de Poesía y el de la Crítica.
Han pasado seis años desde que terminó su anterior poemario, 'La intimidad de la serpiente', y García Montero reconoce que le ha costado sacar adelante 'Vista cansada', porque 'no es nada fácil para un poeta' escribir sobre su infancia, su ciudad natal, la familia, sus convicciones ideológicas ni sobre el amor, capítulo este último donde el autor vuelve a dejar pruebas de su maestría.
'Como siempre he vivido
con los pies en las nubes,
necesito el amor
para poner las manos en la tierra'.
Con estos versos dedicados a su mujer, la escritora Almudena Grandes, arranca 'Vista cansada', título que, según explica el autor, tiene 'un doble significado':'Por una parte, el título lo puso el oculista cuando me dijo que tenía que ponerme gafas, y, por otra, me permite hablar de esa edad, los 50, en la que uno tiene ya experiencia de gente que hablaba de la paz y que ha acabado desencadenando una guerra', afirma este poeta, ensayista y catedrático de Literatura de la Universidad de Granada.
Una edad, también, en la que 'uno ve que el mundo en sí mismo está cansado y que estamos viviendo una época donde la modernidad y los valores más democráticos se avergüenzan de sí mismos', señala el autor de poemarios como 'El jardín extranjero', 'Diario cómplice', 'Las flores del frío' y 'Completamente viernes'.
Pero 'Vista cansada' no es un libro pesimista. La melancolía y el sentido crítico conviven con 'la apuesta optimista' que implica 'el deseo de no cerrar los ojos y seguir mirando al mundo'.
'La memoria no es
un animal doméstico.
Prefiere cazar sola
y vivir las preguntas cruzadas de la noche'.
Esos versos expresan a la perfección el espíritu con el que García Montero se enfrenta a su pasado, en soledad y convencido de que la poesía 'intenta ser un ejercicio de conocimiento'.
Tras el diálogo con el lector que hay al comienzo del poemario, 'para hacer una reivindicación de la vida y la literatura', el escritor evoca su infancia en Granada, esa 'ciudad provinciana' en la que a finales de los 50 'estaba muy presente la cultura franquista, la guerra civil y la muerte de Lorca'.
'Objetivamente, es una época a la que yo no querría volver ni que volvieran los españoles, pero todos estamos hechos de tiempo y uno siente nostalgia de su vida aunque hayan sido años duros', le dice a Efe.
Evocar a su padre, el coronel García, que fue quien le inculcó de niño 'el veneno de la poesía' cuando los domingos les leía en voz alta sus poemas preferidos a Luis y a sus hermanos; recordar a su madre -'qué difícil es escribir un poema a la madre de uno', comenta-, los años de colegio, la soledad de la adolescencia, la Universidad, las convicciones políticas y la etapa de madurez le sirven al autor para 'representar lo que ha sido la transformación del país'.
'El cambio no fue sólo la Transición, el paso de la dictadura a la democracia. España vivía unos códigos de pobreza y ha pasado de manera vertiginosa a las pulsiones del consumo'. 'La época actual tiene también sus propias miserias y peligros', asegura.
Terra Actualidad - EFE
1 comentario:
Es interesante todo cuanto publicas en el blog.
Como ves, he vuelto a pasarme por estos lares y seguiré haciendolo jejeje Gracias por el comentario^^
Saludos!;)
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