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domingo, 4 de marzo de 2012

FESTIVAL NITS D'AIELO I ART. XV ediciò.


En marzo y con las atronadoras Fallas de fondo, llega este clásico del arte sonoro y la música experimental. Una rotunda muestra de intervenciones en el espacio público, instalaciones, eventos presenciales, intermedia, en vivo y en directo, propuestas de escucha en situación, videoarte, electrónica y acústica; pero además, un nutritivo y necesario Congreso para bucear en la historia, en los cómos y en los porqués de los muy desatendidos “100 años del arte sonoro Valenciano o de la valencia y su modernidad trabada”.
De nada le sirve a esta Valencia abatida el mirar para otro lado, el negar y el expulsar, siempre hay una primavera al acecho, sostenible y hasta pujante. Los tiempos, muy otros, se pusieron de nuestro lado, y más allá de la indignación, las posturas y estrategias personales, todo se confabula para postular un hacer creador más horizontal, más coordinado y, sobre todo, más comunal, al tiempo que más austero y eficaz. Murió, por obsoleto, el trasunto ese de los mequetrefes, validos y demás maestrillos de aminorada zancada.
Este festival es posible gracias a la generosidad y entusiasmo de todas y todos cuantos en él participan.


jueves, 17 de marzo de 2011

SOBRE FLATUS VOCIS TRIO


No existía aún el concepto de música cuando el canto era ya sustancial forma de comunicación, rito o celebración en las más primitivas culturas. Más tarde nacieron los instrumentos, extensión del aliento, a imagen y semejanza de la voz, algunos de ellos.
Hoy, momento de tanto interés por hacer músicas sintetizadas a base de sofisticaciones, imitaciones y muestreos (samplings) de efectos y de instrumentos que no lo son, Flatus Vocis Trío, trinidad desdoblada, tres voces, tres gestos, tres pensamientos, en uno solo, sin prótesis electroacústica alguna, hace todo lo contrario. Ante el individualismo reinante, donde el más anodino artículo de mercado lleva la firma de su “artista”, Flatus Vocis Trío inventa a trío y descubre a medida que hace y a despecho de los que entienden la poesía o el arte como obra de uno solo y la música a “interpretar” como composición de otro, su autor, previamente depositada en una partitura. Para este Trío cuenta sobre todo el entrenamiento individual, la obra colectiva se trama y les sorprende después.
Flatus Vocis Trío no presume de descubrir algo nuevo, es más, en cierta medida vuelve “en-cantado” a las fuentes. No se olvide que la aparición de la escritura y más tarde de la imprenta condicionó sobremanera la forma de cantar y de hacer poesía, cambiando así mismo el curso de las artes.
Si revisamos la antigua salmodia búdica del canto Shõmyo, veremos cómo la recitación de cada sílaba se dilata enormemente, sin reparar en la comprensión del texto y a menudo, al igual que en el canto gregoriano, una sola sílaba da lugar al desarrollo de varias fórmulas melódicas. Por su parte el “CantuS” de la Alta Edad Media se caracterizaba por una salmodia en voz baja, casi inaudible y algunas variantes de este canto-murmullo se conservan aún en Irán e Irak.
Las obras de Flatus Vocis Trío ignoran con frecuencia las asociaciones lógicas y al igual que en la poesía clásica japonesa, una sintaxis muy laxa les permite pasar de una imagen a otra, jugando en torno al sentido o al sonido de una palabra, procediendo por alusiones y sin reparar en la comprensión del texto, en lugar de ofrecer mensajes inteligibles. La insistencia de Flatus Vocis Trío en la repetición de sílabas sin sentido aparente o en fórmulas asemánticas encuentra asimismo su rastro en antiquísimas tradiciones, algunas aún vigentes. Véanse:
- Las ininteligibles interjecciones del canto Nõ y de los gritos de maestros Zen.
- El yodel del Tirol o el de los pigmeos.
- Los gritos de caza y pesca de tantas culturas.
- Los irrinchis vasco-aragoneses.
- Los aturuxos gallegos.
- Las letanías y aleluyas.
- Las jergas de los almohidines.
- Los lamentos de las plañideras desde España hasta la India.
- El silbo gomero.
- Los “yu-yus” del mundo musulmán y africano.
- Los jaleos del flamenco y de otras tradiciones.
- Los yóguicos mantras.
- Las melopeas dionisiacas y los aquelarres.
- Las murgas herméticas de sabios y chamanes.
- Las sílabas del Alap en el Canto Dhrupad del Norte de la India.
- Las polifonías de los pigmeos de Centro África.
- El canto a dúo de los esquimales Inuit de Canadá y de los Ainu de Japón a base de proyectar la emisión vocal de uno en la boca del otro.
- Las “sílabas vacías” de la Ópera China.
- Los “Hyhy” egipcios, ya hallados en jeroglíficos faraónicos.
- Los impresionantes “Tjak tjak” a coro, que acompañan la danza de los monos “Ketjak” de Bali (Indonesia).

Y ¿por qué no? de los más recientes “badabada” o del “scat” o de la exaltación de la onomatopeya propia de los futuristas italianos y rusos. Flatus Vocis Trío rinde homenaje a Khlenikov, a Schwitters o a Roy Hart y tampoco olvida la aportación aislada de algunos compositores de los años sesenta y setenta.
La ininteligibilidad y abstracción de todas estas y aquellas manifestaciones jamás pusieron en duda su belleza, su funcionalidad, su carga de significados sintéticos y de conceptos, su musicalidad, su poesía ni su eficacia para apoyar juegos, ritos, recreos o tareas cotidianas y sobre todo para expresar emociones.
En el entorno empalabrado que nos ahoga oídos, gargantas y pensamientos; optar por “despalabrar” se le antoja a Flatus Vocis como algo vivo: retorcer, balbucear, gritar, agitar, roncar, tragar, inflar, vaciar, llorar, trabucar, estirar, repetir, acelerar, dilatar, descomponer y/o reconstruir léxicos, sintaxis, onomatopeyas y demás, adquiere para nosotros un sentido infinitamente mayor que el de un sesudo discurso. Otorgándoles un orden o aparente desorden, las “despalabras” y su baile de fonemas a trío, conforman un fino y elástico encaje musical y textual cargado de sentido…, si cabe.
Flatus Vocis Trío, recorriendo el corto camino que separa lo angelical de lo animal, despreocupado por marcar fronteras entre canto, habla y poesía, da la espalda a la tiranía de los cánones academicistas de belleza del canto y de la palabra, causa de la larga crisis que la vocalidad y poesía han sufrido. Exaltando la espontaneidad, la erótica vocal, la pulsión física y la reflexión, hace música hablada y/o poesía fonética. Valiéndose de lenguajes e infralenguajes, de improvisaciones y de estructuras prefijadas, sirve de motor para evidenciar contradicciones. Aceptarlas y desvelarlas a base de alterar códigos y desplazar significados, de recuperar lo perdido y recrearse en lo olvidado, de seleccionar lo adquirido y desechar lo rancio, puede contribuir a modificar formas de percepción, de escucha, de comunicación, de arte, de ignorancia y por supuesto de actitudes ante los designios de los que nos deseen uniformes, conformes ante la debacle.

Fátima Miranda
Agosto 1991
“Polipoesía. Primera antología”.
Sedicions. Barcelona.

* FLATUS VOCIS TRIO fue el grupo de poesía fonética formado por Bartolomé Ferrando, Llorenç Barber y Fátima Miranda.
Las primeras representaciones del grupo fonético poético Flatus Vocis Trio se llevaron a cabo en 1987, con la participación en festivales de música experimental en Valencia, París y Munich. Desde entonces el grupo ha presentado una gran cantidad de conciertos en varias ciudades de Europa y participado en muchos programas y festivales poéticos en los ochenta y noventa. El grupo realizó algunas grabaciones, incluyendo algunas en LP: Spagna, Messico, Italia, Grosso Modo. Las actividades creativas de Flatus Vocis Trio fueron descritas en algunos artículos de revistas musicales y experimentales incluyendo Kanal, Lotta Poetica y otras. Las últimas representaciones del grupo tuvieron lugar en Berlín en 1996. Actualmente los miembros del grupo participan en actividades como solistas. ("Homo Sonorus, Antología Internacional de Poesía Sonora")

sábado, 18 de julio de 2009

LLORENÇ BARBER, CAMPANÓLOGO



(información tomada del programa AVANT, monográfico sobre la música experimental en España, realizado por la Ràdio Web MACBA)

Llorenç Barber
fue uno de los primeros españoles en pisar los Internationale Ferienkurse für Neue Musik (Cursos Internacionales de Verano de Nueva Música) en Darmstadt (Alemania), donde en 1969 y de la mano de Berio, Ligeti, Kagel o Stockhausen entre muchos otros genios, refinó ideas en bruto y acumuló otras que despertarían años más tarde a lo largo de su larga trayectoria como compositor. Una sucesión de matices y pequeños cambios encadenados que le llevaron a practicar su personal arte sonoro bajo distintas coordenadas y formatos, saltando de la poesía fonética con su Flatus Vocis Trio, a mediados de los ochenta, hasta la electroacústica (su trabajo con el cambiante y abierto grupo ACTUM a comienzos de los setenta) o a la reduccionista poesía iconoclasta post-ZAJ (y post-Fluxus) de su Taller de Música Mundana, fundado tras el profundo impacto causado a finales de los setenta por la escena londinense de improvisadores. Y luego, claro, llegaron las campanas.

La leyenda de cómo Pitágoras de Samos descubrió por mera casualidad las relaciones aritméticas entre los intervalos harmónicos cuenta que el maestro griego pasó un mañana frente al taller de un herrero y se dio cuenta de las diferentes notas producidas por los martillos que golpeaban el yunque. Veinticinco siglos más tarde, en una calderería de Madrid, Llorenç Barber se topó con un pedazo de metal que cambió para siempre su forma de entender la composición, el tiempo, el espectro sonoro, y todo lo que cuelga de sus conciertos plurifocales, tan emparentados con la música de las esferas como las mismas teorías musicales de la Hermandad Pitagórica. "Me convertí en un ser distinto", afirma. "Un ser tocado por el Espíritu Santo". La campana representaba para Barber mucho más que un nuevo instrumento a explorar; a su innegable riqueza tímbrica se le añadían infinitas capas de historia, mensaje, contenido latente y, ante todo, la posibilidad de alejarse de una vez por todas del confinamiento del escenario y la academia que desde siempre le incomodaron, para dar forma a un nuevo concepto de escucha.

Y como el resto de su carrera, la aportación a la campanología y la plurifocalidad de Barber es amplia y variada. Desde de los recitales de delicados harmónicos de su artesanal "campanario portativo", hasta los descomunales y ya incontables conciertos de ciudad, donde campanarios de iglesia, bandas de música, pitos y cañones convierten el espacio en un auditorio imposible por el que pasear durante toda la ejecución de la pieza. O esos excesos sonoros conocidos como "conciertos de sol a sol", maratones sónicas en un espíritu parecido a los All-Night Concerts de Terry Riley en los años sesenta o los rituales de Hermann Nitsch en su castillo de Prinzendorf en Austria. O la continuación lógica de todos ellos, encarnada por las naumaquias: mezclas de batalla y concierto naval en las que se funden nuevamente flashes en el subconsciente individual y colectivo, tradición, instinto y la peculiar manera de concebir y explotar el binomio entorno-sonido de este valenciano universal.

martes, 6 de mayo de 2008

LLORENÇ BARBER EN RÀDIO WEB MACBA

RWM (Ràdio Web Macba) es un proyecto radiofónico del MACBA que explora las posibilidades de Internet y el medio de la radio como posibles espacios de síntesis y de exposición.Los programas de RWM están disponibles mediante escucha a la carta (bajo demanda), descarga y suscripción a través de un servicio podcast.
Entre los programas de RWM se encuentra el apartado Investigación.
Investigación, a cargo de Roc Jiménez de Cisneros, abre una línea de programación radiofónica con el objetivo de observar de cerca escenas y personajes clave en el mundo del arte contemporáneo que se inicia con AVANT, un monográfico sobre la música experimental en España.

De la electroacústica más académica a la música industrial, el arte radiofónico o la improvisación post-no-wave, AVANT repasa de la mano de sus protagonistas algunos de los momentos clave de la vanguardia sonora en nuestro país, a menudo poco documentada. Cada AVANT se centra en la trayectoria de un proyecto abanderado de la escena que documenta y consta de dos partes: una primera desde la que se reconstruye su contexto a través de entrevistas, y una segunda que resume su obra a través de ejemplos musicales.



AVANT #2 repasa la trayectoria artística del compositor valenciano Llorenç Barber. Desde los primeros recuerdos musicales de la infancia hasta sus teorías sobre la escucha plurifocal, la primera parte del programa sigue los desarrollos de la carrera de Barber en orden cronológico, con especial ahínco en sus conciertos de ciudad y su trabajo con campanas. La segunda parte trata de retratar lo irretratable, mediante grabaciones y fragmentos de conciertos, performances y naumaquias.