domingo, 31 de mayo de 2009

ESCRITO ESTÁ. POESÍA EXPERIMENTAL EN ESPAÑA (Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo. Gasteiz)

EDURNE PALOS| VITORIA. (diariovasco.com)

Durante la etapa final del franquismo y el inicio de la democracia, en España se sucedieron diferentes iniciativas culturales que se trataron de silenciar y ocultar. La poesía experimental fue una de ellas, pero ahora el Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo de Gasteiz la rescata con una exposición comisariada por Fernando Millán, uno de los representantes más destacados de este movimiento.
Desde ayer y hasta el 20 de septiembre,
Escrito está. Poesía experimental en España
reúne en Artium más de 400 creaciones realizadas entre 1963 y 1984 por cerca de 300 autores diferentes, de los cuales más de 200 son españoles. «Presenta una parcela de la expresividad visionaria, utópica de un tiempo perdido en el pasado y casi perdido en la memoria que no se puede permitir», explica Daniel Castillejo, director de Artium.
La exposición remite a un «tiempo de frescura creadora, crítica y experimentadora», desconocida para gran parte del público, que se basa en la utopía como motor de cambio y transformación, en la radicalidad y en la transgresión para crear un tipo de poesía en todas sus dimensiones y soportes.
Obras originales e inéditas de poesía visual, sonora, libros-objeto, poemas-objeto, reseñas de prensa, fotografías y material gráfico de actos públicos de referentes como Juan Hidalgo, Walter Marchetti, Ramón Barce, José Luis Castillejo, José María Figueres, Rafael de Cózar, Julio Campal, Joan Brossa, Felipe Boso o del propio Fernando Millán tienen cabida en la sala Este Baja del centro-museo vitoriano. «Es una exposición excepcional que obliga a los historiadores a revisar la historia de la cultura», apunta Millán.
Aquellos que se acerquen se encontrarán con la primera revisión en profundidad realizada sobre el nacimiento y desarrollo de este género. Dividida en diferentes espacios, la muestra invita en un primer momento a realizar un recorrido cronológico por el movimiento y a conocer través de diferentes obras, documentos, fotografías, revistas y libros la historia de la neovanguardia de los 60, donde destaca la figura de Julio Campal, y la poesía experimental de los 70.
En otra de las estancias, el espectador se topará con una selección de 50 poemas experimentales, preparada en edición digital para la ocasión; mientras que otro medio centenar de publicaciones ha tenido que ser digitalizado. Los visitantes podrán acceder a ellas mediante pantallas que hay distribuidas por las salas. Y otro de los componentes destacados de la poesía experimental es el internacionalismo, de ahí que haya un espacio dedicado a la obra de artistas no españoles como Max Bense o Ernest Janali, que durante esos veinte años trajeron sus piezas a España.
El primer libro de poesía visual publicado, los poemas radicales de Joan Brossa con signos inventados, tarjetas de exposiciones de Campal o los primeros poemas publicados fuera de España en euskera son otras de las joyas.

Sala de cine
Además, la muestra se completa con una biblioteca y una sala de cine donde el público puede visionar algunas películas de aquellos años, caracterizadas por la abstracción y las transgresiones estéticas defendidas también desde la poesía. Entre los títulos destacan dos filmes del director donostiarra Javier Aguirre, una de ellas dedicada a Jorge Oteiza y la otra a Campa.
Eso sí Millán advierte que para entender la exposición es necesario vivir en ellas varios días, aunque también se puede abordar de forma tradicional, prestando atención al ambiente y a las obras expuestas y dejando en un segundo plano los documentos y publicaciones.


No hay comentarios: