domingo, 3 de febrero de 2008

VICENTE GALLEGO: Si temierais morir

Encuentro esta entrevista en el periódico Levante y la reproduzco íntegra aquí.


En su nuevo libro "Si temierais morir" hace un punto de inflexión aunque prosigue su búsqueda entorno a la identidad y trascendencia. Publicado en Tusquets y sin presentarla a ningun premio. "La mejor poesía se guarda en la memoria del corazón".

R.Ventura Melià, Valencia.

-¿Dice aquí que ha publicado cuatro libros de poesía? Parecía que eran más...
-He renunciado a tres libros por el camino. No me arrepiento, ¿de qué? Arrepentirse sería absurdo. Son libros fallidos. Gracias a Dios no todo lo que hacemos es igual, no sabríamos diferenciar. No he sido un poeta muy prolífico.

-¿Intenta como algún escritor dejar marca con sólo dos libros?.
-Jaime Gil de Biedma sólo publicó dos poemarios. Está al alcance de muy pocas personas.


-¿Cree que un libro así se puede leer todo seguido? Mejor tomárselo a dosis.

-La poesía siempre conviene tomarla a dosis. Pero puedes coger un libro y hacer una primera lectura del conjunto, para hacerte un idea. El degustador se toma un poema, una estrofa o un verso, y puede que quede en la memoria del corazón. Es lo que pasa con una canción trivial, con una frase sacada de contexto... Se guardan en el corazón.


-En este libro hay alguna ironía cruel, o digamos, que se lanza a tumba abierta.
-No veo mucha ironía. La primera parte es una búsqueda de mi mismo, de lo que somos, en eso no somos diferentes. Me propuse ir a fondo con los conceptos, despiadadamente. Hay una sección entera sobre la identidad que huye...

-¿Y no rehace en un poema a Jorge Manrique y su "nuestra vida son..." con los lamentos en sus coplas?.
-Manrique dice que vamos a morir y esto es un sufrimiento. Yo contemplo la muerte como una parte de la existencia. Somos el ser.

-¿Mucho hablar del Padre, es por razones de familia o se refiere al Superego de Freud?
-Hay dos poemas en el libro en los que hablo del padre. En el primero, sí, hablo de mi padre, que es como una montaña, y desaparece, es el que titulo Humo de pajas. Es una persona real, que de repente, no verás nunca más. Y otro en el que me refiero al Padre Eterno, al Ser. Yo no distingo entre Yavé, Shiva o Alá. Le llamo padre porque me ha elegido como uno de sus hijos, por ser el más bondadoso de los padres.

-Apuntaban a su interés por la mística, y veo que también por ese límite trascendente de la filosofía, la metafísica.
-No es teología, ni filosofía...Es experiencia. Se le llama iluminación. Yo lo llamo "despertar". El cuerpo es sólo un objeto, por encima está la conciencia, es la conciencia la que permite reconocer el cuerpo. Para mi todos son uno. Importa el momento en que lo descubres. No hay ya mala conciencia, y deja de ser una batalla contra tí mismo y contra todo lo que eras hace 5 minutos.

-Pero el cuerpo, el placer, le interesa, dice que ha tenido su parte del caudal y cuanto pudo distraer.
-El conocerme no es una ganancia personal, porque implica la disolución de la personalidad. No me identifico con un nombre o una forma. El que no siente con el nombre y la forma no morirá. Es un estado que no depende de los otros. Me refiero a todo lo aparente, me pasé la vida intentando que vieran una imagen. Me he escapado de ese sufrimiento.

-Veo que está lanzado.
-Ocurre que el poeta dice que escribe. Pero cuando quieres escribir no escribes. Es cuando la poesía te llama, cuando me llama la conciencia, que es la misma para todos. La búsqueda y el conocimiento la recomendaban.

-Pero además de escribir, hace otras actividades, el trabajo diario, organiza actos culturales....
-Las cosas que no me apetecen procuro no hacerlas. Las cosas que hago las disfruto. Dentro de cien años todos calvos. Todo va a perderse, el modo de pasar el tiempo da igual.

3 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Justamente el modo de pasar el tiempo indica la espiritualidad, ética, civismo, de cada cual.

Un abrazo,

Viktor

Estel Julià dijo...

Hola Jesus,

Ha sido acertado traer hasta aquí la reseña de este autor que para mí ha sido un referente.

Personalmente, me parece encomiable la labor que ha realizado en su último poemario, aunque yo me quedé anclada en aquel "noviembre 15" de La luz de otra manera.
Seguramente el punto de inflexión lo esperé en sentido opuesto y me hubiera gustado encontar a un Vicente Gallego más innovador, más a la deriva... o tal vez sobre la arena después de la resaca.

No siempre se cumplen las expectativas.. en cualquier caso, es interesante conocer su evolución.


Un saludo,


Estel J.

Anónimo dijo...

El Viktor este, el empleadito de banca, ¿de qué va? ¿Tiene complejo de juez, o qué le ocurre?