domingo, 9 de noviembre de 2008

MANIFIESTO POR EL CUENTO

MANIFIESTO POR EL CUENTO
(carta abierta a todas las publicaciones periódicas)



¿Qué motivó que el cuento como nuevo género literario hubiese tenido dos espectaculares apariciones primero en el siglo XIX y después en el XX?
Curiosamente la respuesta es la misma: la publicación de los mismos en revistas y diarios.
Los cuentos modernos, nacen primero en los periódicos y luego se convierten en libros que los recopilan.
Poe, Chejov, London escribían sus cuentos para periódicos. Carver, Cheever, Fante, Bukowski, y toda la generación del realismo sucio americano de mediados del siglo XX, adelantaban sus publicaciones con cuentos en periódicos. La nueva generación americana del desarraigo publica en fanzines y diarios locales, algunos incluso nacionales con gran tirada, antes siquiera de presentar su primer libro de cuentos.
¿Qué coño ocurre en España con el cuento?
¿Ningún periódico es capaz de liberar una columna para acoger un cuento moderno? Se trata de dar oportunidades a gente desconocida, pero fielmente cuentistas, no de ofrecer una columna a escritores consagrados que publican como cuento el recorte de un amago de novela.
El cuento es un género narrativo mayor, quizá el más complejo en su elaboración a pesar de su aparente sencillez, que requiere una excelente técnica de relojero para lograr que en el lector surja el efecto deseado.
El cuento es corto por definición, y muy intenso, y el buen cuento marca un antes y un después en la mente del lector que ha sentido como un terremoto bajo sus pies.
El cuento explota en la cabeza, anida en el alma y enseña a ver la vida desde otra perspectiva.
El cuento aguanta sin respirar tres estaciones de cercanías y varias de metro, el lector viaja, sí, pero no en el vagón.
El cuento es el género literario más acorde con el mundo presuroso y alocado actual. Y lo es por dos motivos: 1. Su minimalismo intrínseco; y 2. En su interior guarda una bomba intelectual.
Demos una oportunidad al cuento.
Cada año más cuentistas se suman al movimiento. Mucho tienen que ver en ello las escuelas de creación literaria y talleres que se han multiplicado por cien en los últimos tiempos.
El cuento como paso de la nada a la novela ya no es un simple ejercicio de preparación. Muchos de los cuentistas modernos son conscientes de que han encontrado en el relato corto su distancia.
El cuento, el buen cuento, es un reto.Los cuentistas son a su vez devoradores de cuentos, fagocitan y degluten relatos con la esperanza de descubrir una nueva forma de tallar ese “diamante” en bruto que es la idea previa a la composición.
Demos una oportunidad al cuento.


Esteban Gutiérrez Gómez.
Cuentista.


(tomado de su blog El Laberinto de Noé)

5 comentarios:

Baco dijo...

Gracias, Jesús. Aquél copo de nieve es ya una bola que rueda.

Poesia dijo...

Se me ocurre ahora un libro que compré el año pasado y que planteaba muchas de las cosas que dice Esteban Gutiérrez.
Se llama: EL ARQUERO INMÓVIL:Nuevas poéticas sobre el cuento.
Es interesante, habla de como ha evolucionado la concepción de cuento desde el mismo Poe hasta escritores más actuales...
Otra cosa que me viene a la cabeza es un cuento, que tenía y no sé donde está, titulado "El més petit de tots" de Lola Anglada. Lo repartió la Generalitat de Catalunya durante la guerra, para dar ánimos a los republicanos que luchaban en la guerra civil. Es paradójico que fuese un libro para adultos, leído por muchos soldados, y que tuviese una estructura y unos dibujos de cuento infantil.

Un beso Jesús

Arturo Borra dijo...

Con la reflexión estoy de acuerdo. El cuento es un género autónomo, nada subsidiario de la novela.
Eso sí: hay una omisión significativa de tres cuentistas argentinos que están a la altura de los mencionados: Horacio Quiroga, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges. Sin ellos, la narrativa breve latinoamericana sería otra cosa.
Nadie puede nombrar el todo, pero son referencias imprescindibles en este género y no viene mal recordarlos. Agrego algo más: han escrito brillantes ensayos sobre el cuento.
Un abrazo,
Arturo

Jesús Ge dijo...

Jenni,
ese cuento del que hablas es una joya bibliófila. Imposible de encontrar, cuidalo como oro en paño.
Aparte del contenido -el mensaje de ánimo-, la ilustración creo que era de Joan Barradas y es uno de los referentes en los inicios de la ilustración.

Arturo,
gracias por la aportación. No creo qeu Esteban tuviera intención alguna de dejar fuera a tan insignes cuentistas pero está bien recordarlos.

abrazo a los dos.

Baco dijo...

Arturo: mi libro "El laberinto de Noé" es un homenaje a Cortázar. No te digo más.
Gracias a todos.