La necesidad de escribir es a veces más fuerte, más poderosa que la escritura misma. Y sé que ahí está el error. El ansia ahoga la escucha y acrecienta el vacío. Como un viejo eremita observa el roce de las horas en el escaso mundo de su soledad y su silencio. Con la misma santa, habitada y tranquila paciencia. Ser sólo rama, saber ser rama, y esperar a que las aves se posen cuando llegue el descanso.
Ada Salas
Alguien aquí. Notas acerca de la escritura poética.
Ed. Hiperión
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