Soy un poeta de todas las orillas», dijo el hispano-mexicano Tomás Segovia (Valencia, 1927) tras recibir el Premio García Lorca de Poesía, uno de los de mayor dotación económica del ámbito hispano, con sus 50.000 euros. «Cuando se me concedió este premio, la prensa aprovechó la frase de Francisco Brines, quien estaba en el jurado, en la que me calificó como poeta de las dos orillas», indicó el premiado en un comprometido discurso que rompió fronteras y fue una auténtica declaración de principios de sus intenciones poéticas y vitales. El autor hispano-mexicano dinamitó la etiqueta de las 'dos orillas', y señaló: «No hay orillas y una orilla no es una frontera sino una puerta». Más adelante declaró: «Conmigo se premia el abrazo de las dos orillas», dijo el poeta valenciano que marchó al exilio mexicano tras la Guerra Civil. Segovia se declaró «un navegante», alguien que se encuentra «donde las orillas se disuelven».
«En esta misma línea recordó a los exiliados españoles tras la Guerra Civil, «porque este premio reconoce que sus historias están vivas, porque existían en el olvido».
Arremetió, en otro momento de su discurso, contra el castiscismo, contra el celo localista y puso de ejemplo a los españoles emigrados, «porque su español es una muestra de que desperdiciamos una fortuna, la de oír una lengua que tiene veinte variantes».
En esta misma línea, el premio Lorca defendió el valor del español como lengua: «Es en la poesía donde el español ha seguido siendo más libre y esa libertad más tolerada», a lo que añadió que es la poesía la que «aloja normalmente menos localismos».
«No comparto esa tendencia a degradar el pasado, y para ser fiel a mi tiempo, debo serlo a mi época, porque el pasado enseña pero no adoctrina», señaló.
Tomás Segovia hizo un alegato contra un futuro «de derecha doctrinaria que lo empapa todo» y fulminó contundentemente la terrible frase, tan de actualidad, de que el hombre ha muerto. «En nombre del hombre se han cometido muchos crímenes y también en nombre de la llamada libertad, pero a nadie se le ocurre quitar de en medio a la libertad». «Ahora, el espacio que ocupaba dios está lleno de vacío, y es el momento de buscar la libertad, pero una libertad que se gana».
Hizo una exaltación del hombre en el sentido humanista, «para acabar con este tiempo de mentiras para perpetrar masacres y echar mano al dinero de todos para tapar los desfalcos de unos pocos».
Hijo del exilio, su vocación poética está relacionada con el autor que da nombre el premio que ayer recibió: Federico García Lorca. «Aquel nombre resumía nuestra tragedia, la de los exiliados españoles en México», señaló Segovia.
Lorca, un símbolo
«Lorca también resumía todo nuestro orgullo y era también la prueba mundialmente reconocida de que el camino que había sido brutalmente sepultado era el buen camino», añadió en relación al papel que el autor de 'Así que pasen cinco años' jugó en la memoria de los poetas españoles exiliados durante el régimen franquista.
«El primer texto que escribí , con quince años, fue sobre el poeta granadino y me imaginé cómo era el pueblo de García Lorca, y el maestro me dijo: Chicos, tenemos un escritor. Y esa frase selló mi destino», rememoró el poeta.
Segovia se mostró emocionado al encontrarse en la nómina de los galardonados con el Premio Lorca, donde ya aparecen Ángel González, José Emilio Pacheco, Blanca Varela y Francisco Brines. Culminó su intervención con la lectura de dos poemas, «que representan las dos presencias en mi poesía, el desarraigo y el amor». Los versos elegidos fueron 'El extranjero' y 'Asta bandera'.
Sus palabras resonaron en el marco del Carmen de los Mártires, un espacio vinculado a la poesía a través de San Juan de la Cruz. El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, fue el encargado de entregarle la 'Luna', una escultura que representa al premio y que le sirve emblema. «Pesa mucho y no sé cómo voy a llevármela para París», comentó en 'petit comité' el galardonado. «Tendré que volver a Granada a por el premio», señaló.
La ceremonia del premio se enmarca en la celebración del Festival de Poesía, que le ha dedicado unas jornadas académicas a Tomás Segovia. La ciudad de Granada se ha convertido en estos días en una 'orilla' más de su poesía.
1 comentario:
Anónimo,
puedo estar o no de acuerdo contigo,
puedo permitir dejarte un espacio en este blog,
pero no puedo permitir que no te identifiques, especialmente cuando estás insultando a alguien.
Por este motivo, borraré tu comentario.
Lo siento.
La próxima vez juega limpio.
Salud!
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