lunes, 27 de julio de 2009

HA MUERTO MERCE CUNNINGHAM


Otro nudo en el estómago. Más bien, un mazazo.
Similar a lo que sentí cuando se fue Marcel Marceau.
Curiosamente, por aquellas fechas veía un montaje de Rodrigo García y su Carnicería Teatro criticando que nuestros referentes artísticos de los comienzos, los vanguardistas se habían aburguesado (ya sabéis, Rodrigo García!). Que ya no impactaban, que habían dejado de innovar, que no arriesgaban,...
Y yo pensaba, ¿cuánto debe el arte actual a esos abanderados? ¿a esos valientes que rompieron los cánones y nos demostraron que se podía hacer de otra manera?
Hace poco reflexionaba con amigos poetas: vamos a cumplir 100 años de las vanguardias europeas y todavía nos creemos "modernos", rompedores, bla-bla-bla. Pero yo me pregunto, ¿es obligatorio ser siempre vanguardista?
Hoy cambio mi respuesta. Los grandes van desapareciendo, alguien ha de ocupar esos huecos, alguien debe tomar el relevo, alguien debe decir "por este camino ya no, creo que éste es más interesante". ¿Quién será el siguiente?


(texto escrito a vuelapluma, como véis, desordenado y contradictorio, agradezco vuestros comentarios sobre lo planteado)

4 comentarios:

admin dijo...

Está claro, el renacimiento de Jorge Percebe debe ser inmediato, las masas y mínorias lo reclaman a voces.

Fernando dijo...

Yo creo que el arte necesita de todas sus aportaciones. Tanto si llegan para sumar en lo clásico, como si llegan para descubrir otros caminos. Personalmente encuentro mayor dificultad en ser innovador, pero ojo, venir a mejorar o hacerse hueco en lo que ya existe, tiene mucho mérito. Buena reflexión Jesús.

sefa dijo...

No sé si el planteamiento es: quiero o no ser vanguardia. Creo que si uno lo es, será por necesidad, porque no encuentra en las formas al uso el lenguaje en el que expresar lo que quiere expresar. A veces, para conseguirlo hay que romper sintaxis. O inventar nuevos aparatos fonadores

María Socorro Luis dijo...

Jesús, los caminos del arte o para el arte son infinitos.
El artista es libre de romper o seguir cánones.
Su creatividad es lo importante y que no le sea nada impuesto, ni reglas, ni cánones, ni modas...