lunes, 24 de agosto de 2009

Desde Edimburgo IV: lo prometido es deuda.

Evidentemente, durante estos días en Edimburgo, he conocido a muchas personas, todas muy distintas, distintas nacionalidades, distintas edades y pareceres. Y entre ellas entablé amistad con Rocío Ovalle, una joven leonesa (de Bembibre, por cierto). Una muchacha revoltosa, inquieta y de un caracter arrollador. En cuanto nos conocimos, supimos que teníamos algo en común: estar en la vida de forma activa. Compartimos el teatro, la poesía, los cafés. Y fue cuando decidimos participar en el West Port Book Festival. Todavía no me han enviado las fotos del evento, pero sí os puedo dejar un par de poemas suyos y una pequeña biografía.
Rocío se está iniciando ahora en esto de la poesía, pero ya está "mordida" por el veneno de lo poético, está "enferma de búsqueda". Estoy seguro que, tarde o temprano, oiremos hablar de ella.


El vi fa sang,
les venes es buiden,
les ments s'omplen
de fum insomne
mai resolt.
Llavors arriba el verb,
l'emperador de sempre,
cridant paraules al vent
recollides per qui?
Desfem els nostres lligams,
desfem les nostres lliçons,
llavors arribes tu
amb els teus propis somnis
i fiques al meu llit
la teva veu calenta...
I el teu cos es desfà en el vi.


Los caminos se
tropiezan
_______________ piedras, deseo, asfalto
recorren anónimos los pasos.
Quiebra la calma
el laberinto.


Rocío Ovalle, 1986.
Nacida en Bembibre, en la comarca leonesa de El Bierzo, donde comienza su carrera literaria.
Se traslada a tierras celtas y comienza sus estudios de Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela. Continúa sus estudios en Barcelona, obteniendo el Master de Radio Profesional (UPC). Desarrolla su carrera como periodista en diferentes revistas nacionales y en el periódico La Vanguardia; así como productora y presentadora en varios programas radiofónicos. Participa en varios recitales poéticos, entre ellos, la Mostra d'Art de Dones (Barcelona). Actualmente trabaja en el departamento de cultura de la Universidad Autónoma de Barcelona.

2 comentarios:

Rocío Ovalle dijo...

Gracias por tus palabras en esta entrada... y gracias por los momentos que compartimos en Edimburgo. Una ciudad mágica, sin duda, un imán para los encuentros y los desencuentros, como los que iban y venían en mi caso.
Sigo buscando aunque no sé el qué. Aunque gracias a tu buen pulso cogiendo la pluma, ahora tengo una guía.

Un abrazo y mucha suerte,

Rocío

PD: Yo tampoco tengo las fotos del evento... tarea difícil.

Jesús Ge dijo...

Me alegra saber de ti, Rocío.

Pensé que no volveríamos a encontrarnos.

Salud! y Suerte en tu búsqueda interminable.

un abrazo.
Jesús.