lunes, 29 de diciembre de 2008

ANTIHAIKU DE LA MASACRE (Franja de Gaza)










_____________ fin de la tregua

_____________ llegan al hospital
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_____________ los cuerpos rotos
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_______________________________ Jesús Ge
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Entre las piedras
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¿es el brazo de un niño?...
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¿dónde su cuerpo?
____________________ María Socorro Luis
____________________ (aportado en comentarios)

5 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

Horrible, Jesús.
Me uno al dolor, con otro antihaiku

Entre las piedras
¿ es el brazo de un niño?...
¿dónde su cuerpo?

Besos

Arturo Borra dijo...

Yo no tengo antihaiku a la mano, pero me pliego a los vuestros.

Y agrego: dolor de repetición: lo que antaño sufrieron las víctimas hoy lo imparten como victimarios.
Tanta desproporción inaudita no esconde que hay un recíproco impulso homicida, de por sí desesperanzador. Habría que señalar la desproporcionalidad y la relación de fuerzas militar absolutamente asimétrica (en este caso). Pero sobre todo, el problema mayor es que, cuando un estado se hace cargo de ese impulso, lo transforma en materia de planificación y ejecución de la masacre. Eso está ocurriendo: una máquina de guerra puesta en acción (a partir de un cálculo al servicio de la muerte). No es fácil detenerla cuando encima se avecinan unas elecciones generales que quieren capitalizar los reclamos de venganza (que también los llaman "castigo ejemplar").
Verguenza de Israel, de Europa, de EEUU que no detienen lo que deben detener...

un abrazo

Jesús Ge dijo...

Gracias Arturo, por tu opinión siempre tan argumentada y tan analítica.

Suscribo lo que dices. Al horror de las muertes y los cuerpos destrozados, se une la frialdad y violencia que los políticos (¿?) de ambos lados arguyen en este ciclo de autodestrucción.

Es indignante la no-acción de las organizaciones internacionales que nacieron con el objetivo de generar paz y relaciones fructíferas entre los distintos países. O es que realmente dichas organizaciones no tenían ese objetivo?

María Socorro Luis dijo...

Gracias Jesús, por colocar mi pequeño aporte en tu entrada.

Lo que me duele, lo que me hace llorar de rabia, es el motivo por el que fueron escritos, el tuyo y el mío.
Y por la indiferencia del mundo. Por su culpabilidad camuflafda.

Ojalá que los próximos puedan serun cantpo a la paz.
Abrazos

Anónimo dijo...

magnificos los haikus, como un sentido homenaje a las victimas inocentes.
Me sumo con un deseo de pronta solucion.

Un triste saludo